La Alcaldía de Santo Domingo Este, bajo la administración de Dioris Astacio, se encuentra sumida en una crisis de credibilidad y eficiencia. Según los últimos resultados del Sistema de Monitoreo de la Administración Pública Municipal (SISMAP), el cabildo ocupa el puesto número 43 entre los ayuntamientos del país, una posición alarmante para uno de los municipios más grandes e importantes de la República Dominicana.
Este bajo desempeño refleja una administración marcada por la falta de transparencia, constantes denuncias de corrupción y una evidente desorganización administrativa. La ausencia de procesos claros en la gestión de recursos, el incumplimiento de normativas establecidas y el descontrol en el manejo de los fondos municipales han generado un caos generalizado que afecta directamente a los munícipes.
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En los últimos meses, se han acumulado acusaciones graves contra el ayuntamiento, desde contratos irregulares hasta una supuesta falta de fiscalización en proyectos esenciales para la comunidad. A esto se suma el deterioro en los servicios básicos, como la recolección de basura, la seguridad y el mantenimiento de espacios públicos, lo que ha generado un sentimiento generalizado de abandono entre los ciudadanos.
El SISMAP, que evalúa aspectos fundamentales como la transparencia, la participación ciudadana, la planificación y la calidad de los servicios, ha expuesto claramente las debilidades de la gestión actual. La falta de acceso público a la información, la opacidad en las decisiones administrativas y la incapacidad para rendir cuentas han contribuido a este pésimo desempeño.
Mientras otros municipios avanzan hacia una gestión más eficiente y participativa, Santo Domingo Este parece estar retrocediendo, poniendo en riesgo su desarrollo y el bienestar de sus habitantes. Esta situación exige un cambio urgente en la dirección del cabildo, acompañado de una fiscalización más rigurosa por parte de los organismos de control y una participación activa de la ciudadanía para exigir rendición de cuentas y garantizar que los recursos sean utilizados en beneficio de la comunidad.